El evento literario más antiguo del país regresó a las actividades presenciales en esta 44 Feria del Palacio de Minería, ¡conoce los detalles!
Conclusiones… y una serie de televisión para aclarar cuentas con el pasado
Cortés no fue el conquistador brutal y sanguinario que describe la Historia Oficial. No fue alguien que buscara imponer su ley y obtener riquezas a toda costa. Fue un amante de la cultura nahua y libró la guerra contra los Aztecas como último recurso después de agotar la vía de la negociación ―y aun así, al ejecutar el ataque, dejó libre la calzada norte para que este pueblo pudiera emprender la huida, opción que fue rechazada valientemente por los mexicas.
En la etapa más temprana de la Nueva España ―nombre que él definió― intentó que la mayor parte de los recursos naturales se quedaran en nuestro territorio, pues muy pronto se dio cuenta que este país era mucho más rico que la misma España.
Cortés también fue un verdadero emprendedor que buscó adaptar al clima de Mesoamérica la agricultura y la ganadería del viejo mundo. Financió y encabezó varias expediciones hacia el sureste y a través del Pacífico Mexicano, por algo el Golfo de California lleva su nombre, e inició un servicio de transporte marítimo entre la Nueva España y el Perú, entre muchas otras iniciativas empresariales.
Hernán Cortés, visionario y creador de su propio mundo, logró poblar la región con un modelo de mestizaje que él mismo siguió. Buscó que el náhuatl fuera el idioma oficial y que la religión católica fuera asimilada de manera gradual, respetando creencias fundamentales de los habitantes de Mesoamérica.
Desde luego, Carlos I, en su desmesurada avidez por riquezas materiales y poder, se opuso al plan de Cortés, hizo a un lado al conquistador y envió virreyes a gobernar la Nueva España, por lo que ésta pasó a ser una propiedad más de la Corona Española.
Contrario a la imagen que tenemos de este fascinante personaje, Hernán Cortés no sólo fue un líder visionario con gran capacidad para coordinar esfuerzos y tomar decisiones, sino que su estrategia buscó superar el oscurantismo para alcanzar una sociedad más avanzada.
Cortés fue un hombre en tránsito entre lo Medieval y lo Moderno y su vida estuvo marcada por obstáculos enormes, llena de aventuras y decisiones tomadas sobre la marcha, en situaciones extremadamente complejas. Luchó por mantener un profundo respeto por la dignidad de los indígenas y por la búsqueda de alternativas de progreso para la comunidad, alejadas del autoritarismo medieval.
A raíz de un discurso oficial, que se niega a reconocer la relevancia de Cortés en la historia de México, he decidido iniciar el proyecto de una serie histórica dramatizada para televisión, una mirada objetiva a este personaje fundamental. Se trata de un relato de amor, de guerra y de mestizaje.
Hacer una serie sobre este personaje es sentar un legado sobre nuestra identidad que nos invite a la reflexión y a valorar nuestra herencia cultural. México puede superar el “trauma de la Conquista”, pero para lograrlo, debe conocer su historia.
500 años son suficientes para mirar hacia atrás y reflexionar sobre quiénes somos. Tenemos el derecho y la obligación de conocer nuestro origen e identidad.